La Fundación Cargill donó al Hospital Municipal de General Ordóñez un desfibrilador y un laringoscopio, elementos de suma necesidad para dicha dependencia.
El desfibrilador es un aparato electrónico que diagnostica y trata la parada cardiorrespiratoria cuando es debida a la fibrilación ventricular (en que el corazón tiene actividad eléctrica pero sin efectividad mecánica) o a una taquicardia ventricular sin pulso (en que hay actividad eléctrica y en este caso el bombeo sanguíneo es ineficaz), restableciendo un ritmo cardíaco efectivo eléctrica y mecánicamente. La desfibrilación consiste en emitir un impulso de corriente continua al corazón, despolarizando simultáneamente todas las células miocárdicas, pudiendo retomar su ritmo eléctrico normal u otro eficaz. La fibrilación ventricular es la causa más frecuente de muerte súbita.
Por su parte, el laringoscopio es un instrumento médico simple que sirve principalmente para examinar la glotis y las cuerdas vocales.
Estos donativos, forman parte de otras acciones similares que la Fundación Cargill viene desarrollando en la comunidad y localidades vecinas.