La legisladora del Frente Cívico, Graciela Sánchez elevó un pedido de informe al Ejecutivo Provincial y por su intermedio a la Secretaría de Recursos Hídricos encargada de regular el funcionamiento del Dique Piedras Moras, el cual ante la apertura de sus compuertas generó inundaciones en varias poblaciones del centro y sudeste de la provincia de Córdoba
Dentro de los puntos solicitados se destacan:
Especificar el marco regulatorio en el que se encuadra el funcionamiento del Dique Piedras Moras.
Mencionar área y/o dependencia responsable de la apertura del dique Piedras Moras.
Detalle acciones, previstas a corto y mediano plazo, para paliar el daño en las ciudades y pueblos de la provincia que se vieron afectadas por el incremento del caudal del Río Ctalamucita (también conocido como Río III).
Fundamentos
Según precisó el informe desarrollado por la Legisladora, el 19 de febrero se pudo visualizar las consecuencias, producidas en las ciudades de Villa María y Villa Nueva tras la apertura del dique Piedras Moras. En esa oportunidad, el intendente Eduardo Accastello (Villa María) le pidió a la Secretaría de Recursos Hídricos de la Provincia que reduzca la apertura del dique. “Estamos recibiendo 400 metros cúbicos por segundo cuando lo habitual son entre 30 y 40 metros cúbicos”, dijo el mandatario, y se quejó de que el reclamo llevaba 48 horas sin ser atendido.
El comunicado de prensa enuncia que, Edgar Casteló, secretario de Recursos Hídricos de la provincia, expresó, en medios de comunicación que la crecida que se registró en todos los diques dio "muy poco margen de maniobra" para regular el incremento de caudal.
Esta situación que produjo la inundación en las mencionadas ciudades y la evacuación de familias comenzó a trasladarse a localidades vecinas tras el desborde en las pueblos como Ballesteros, Ballesteros Sud y Bell Ville, quedando los balnearios y campos de la zona bajo agua.
Por tal motivo los municipios tuvieron que recurrir a tareas de bordeados, canalización y encausado de agua para contener el desborde del río, lo que afectó en algunos casos, la dificultad para proveer agua para el consumo (en algunas localidades las bombas se encuentran al lado del cauce y debieron ser retiradas para evitar roturas), generando así costos de contratación de servicio tercerizado para la provisión de agua.
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