Fue un idealista integro en todo sentido de la palabra. Era
un intelectual, hombre de letras y de leyes, que a fines del año 1897, dejó su
Italia natal para reencontrarse con su familia (madre y cinco hermanos) que
estaban radicados en Rosario.
Tenía 23 años de edad y un título de abogado por revalidar.
Aquí se volvió a doctorar abrió un estudio y se hizo ciudadano argentino.
Inició una campaña pública para que sus connacionales
hicieran lo mismo. Formó una familia y rápidamente se convirtió en un referente
no solo de los inmigrantes sino de toda la sociedad.
Además de ejercer su profesión fue catedrático, escritor,
periodista y polemista. Organizó el Círculo Italiano, fundó la Sociedad Dante
Alighieri y la de Socorros Mutuos “Unione y Benevolenza”.
Todos aquellos que lo conocieron muy bien, destacan su
honestidad y brillantes. Prueba de ello son sus numerosas obras, que abarcaban
el derecho, la criminalística, las letras y la problemática agraria.
Su bufete contaba con una selecta clientela, aunque nunca
dejó de atender a los pequeños y humildes agricultores.
Para el año 1912 llevaba una década de casado, tenía cuatro
hijos y un buen porvenir. Pero ese año cambió su vida. La extraordinaria
cosecha de esa época lo hizo ver a los colonos su miserable realidad.
Comprobaron que luego de pagar las deudas poco y nada
quedaba en sus bolsillos. La principal razón de ello se fundaba en los leoninos
y precarios contratos de arrendamiento de la tierra.
Muchas veces los chacareros eran subarrendatarios, y si los
echaba, perdían todas sus herramientas que habían sido compradas por ellos.
Faltaba una legislación agraria. En ese mismo año, estalló
la rebelión del sur santafesino.
El Presbítero José Netri, hermano de Francisco, era cura
párroco de la colonia Alcorta. Y por su intermedio, el abogado tomó la causa e
intentó convencer a los dueños de la tierra de rebajar los contratos, cosa que
no consiguió.
El 25 de junio, fue a la Sociedad Italiana de Alcorta, donde
se desarrollaba una asamblea pública de colonos y pequeños agricultores. Era un
día martes y en la zona nadie trabajaba. El doctor Netri, fue nombrado por
unanimidad de los presentes como presidente de dicha asamblea, que declaró
huelga general por tiempo indeterminado. La misma, duró cuatro meses y los
propietarios optaron por un arreglo.
Quizás las mejoras conseguidas no hayan sido las más
importantes, sino que lo más rescatable fue la conciencia general que generó.
La creación de la Federación Agraria Argentina fue la
cristalización de aquella gesta.
Los sucesos de Alcorta le dieron a Francisco Netri un
reconocimiento nacional, repercutiendo en varias provincias del país.
Jamás cobró un solo peso por su actuación en aquella jornada
del 25 de junio en Alcorta, ni durante los cuatro años que en forma exclusiva
dedicó a todas sus actividades vinculadas a la causa de los agricultores y de
su organización sindical.
Al contrario, puso al servicio de los mismos, de la familia
agraria toda, su inteligencia, su extraordinaria capacidad de trabajo, su
experiencia, su fortuna, su coraje personal, la tranquilidad de su hogar, el
porvenir de sus hijos y sacrificó su vida.
Cayó asesinado en el centro de Rosario, el 5 de octubre de
1916, una bala le perforó el pecho en calle Urquiza casi Mitre, iba leyendo el
diario.
¿Quién pudo imaginarse que una asamblea en la que un grupo
de agricultores solicita los servicios de un profesional, constituya el
principio de un extraordinario acontecimiento social para la clase agraria, la
Argentina, y en especial modo para Francisco Netri, que pagó con la vida su contribución
al éxito de la primera huelga agraria de América Latina. Hace ya cien años y
que se conoce con el mítico nombre de “EL GRITO DE ALCORTA”?
Por: Marcelo Hemádi
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